Por Isaac Salmerón
En todos nosotros existe una acción a la que le conocemos
con el nombre de “sentido común” que son las creencias y los conocimientos
compartidos por la gente y considerados como lógicos, prudentes y válidos. Se
arman de las experiencias y se trata de la capacidad de juzgar
acontecimientos y eventos razonables.
¿Cómo la usamos?
Vas en un coche y de repente escuchas ruidos chillantes en
las llantas lo primero que piensas es ¿Qué ocurre? Instantáneamente bajas la
velocidad moderadamente para revisar ese
defecto que escuchas y evitar un accidente cuando ¡PLOP! Explota una llanta
pero nada te ocurrió porque frenaste a tiempo.
Ese es el sentido común. Supiste interpretar lo que acontecía, sacaste
un juicio lógico y actuaste como mejor creíste conveniente. No esperaste que Dios te diera una revelación para eso. El sentido común es
lo que Dios nos ha dado para sobrevivir, trabajar, e incluso tomar decisiones
aun cuando desconocemos el resultado.
Dios habla a través de muchos medios en sueño, profecía e
incluso audiblemente pero en ocasiones calla mientras debemos tomar una
decisión. En muchos casos Dios no nos dirá nada porque uno de los propósitos de
Dios es que maduremos y pongamos en práctica lo que ya sabemos.
Deu 29.29 “Las cosas secretas pertenecen al SEÑOR nuestro
Dios, más las cosas reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para
siempre, a fin de que guardemos todas las palabras de esta ley.”
¿Qué hacer cuando estas orando a Dios por una persona y no
tienes una respuesta?
En ocasiones no hacemos nada. Pedro utilizó el sentido común
cuando vio que les faltaba un apóstol y eligieron a uno llamado Matías. Abraham
descendió a Egipto en busca de alimentos. David no espero una voz del cielo
para matar ese mismo día al gigante Goliat porque ya tenía fundamentos de quién
era su Dios. Jacob besó a Raquel y lloró luego. Digo que muchos de nosotros
ponemos a Dios señales y esperamos que él las cumpla y luego nos hable diciendo
“hijo mío esta es la mujer de tus sueños, vé y tómala por mujer” cuando Dios no
hará eso.
Jacob tuvo que haber notado que le llamó la atención a
Raquel. Razonó y utilizó técnicas para despertar la atención de ella y
descubrir si ella estaba interesada en él o no. Eso es sentido común.
El motivo por el que las chicas de la iglesia están con
relaciones “yugo desigual” es porque los chicos de las iglesias son demasiado
pasivos y le dejan al diablo la o’0portunidad que Dios les da. Están esperando
requisitos imposibles y han hecho una utopía del noviazgo cristiano sin darse
cuenta que toda hija del Señor es candidata para una relación y que aún el
pasado no importa porque ahora son nueva criatura y que deben de mantener un
circulo amplio de amigas.
La biblia menciona el matrimonio dado por Dios como el de
Isaac (Gn. 24) pero a veces no tomamos en cuenta que quien tuvo la iniciativa
allí fue su padre Abraham y que las cosas se dieron conforme a su fe.
No te preocupes de la incertidumbre del futuro es parte de
toda persona. Si nunca das el paso jamás entenderás si era o no la voluntad de
Dios. Todo tiene un riesgo de equivocación. Aún puedes estar equivocado con la
princesa de tus sueños y creer que ella es para ti y no sea así. Quizás ya
sabrás a lo que me refiero. Ya recibiste un NO como respuesta o te cortaron y
esperas que Dios te mande una voz del cielo para que se te sea más sencillo
pero esto es de paciencia, perseverancia, lucha, entrega y lágrimas pero Dios
está a tu lado alentándote, enseñándote a aprender de las situaciones y no
ignora tu deseo de ser feliz.
Las zarzas ardientes no siempre existen en los noviazgos pero si la fe para conocer que Dios está en todas nuestras decisiones (buenas) y él va a bendecirlas si se lo pedimos.
Prov. 3:6 “Reconócelo
en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas”.
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