¿Cómo iniciar noviazgo? Parte # 3

 “Hermanos, no sean niños en la manera de pensar. Más bien, sean niños en la malicia, pero en la manera de pensar sean maduros”. 1 Co 14.20. (NBH)

3- Enamórate también con la cabeza
Enamorarse es algo inevitable cuando estás en busca del amor, por ello debes de procurar tener abierto los ojos ante esa esa situación para que no dominen más tus sentimientos e impulsos físicos antes que tu madurez para ver las cosas como lo que son.

He conocido muchas mujeres y hombres inteligentes que cayeron en malas relaciones ¿porque? Porque su corazón dominó más y fueron inmaduros para tomar una decisión entre lo que conocían y lo que sentían. Enamorarse es para gente que piensa con la cabeza fría, ósea que no se sofocan ni son impulsivos para meterse en una relación. Las personas que usan la cabeza antes que sus emociones en una relación generalmente son buenos administradores de sus finanzas, toman excelentes decisiones en la vida y saben lo que están haciendo.  Por ello siempre insisto que enamorarse debe de ser algo donde no solo el corazón intervenga sino también tu intelecto y midas bien las consecuencias  que pueden ocasionarte una decisión y conozcas bien con quién te estás relacionando.

 ¡Piensa! El cerebro fue dado con el propósito de prever situaciones, para elegir bien y tomar decisiones maduras por lo que esperas. Si se sabe que alguien no conviene, tiene vicios, es un “don juan” inestable lo más recomendable sería no inclinar la balanza, abstenerse y seguir esperando hasta que haya un equilibrio interno. Si el corazón está dañado, el cerebro tomará malas decisiones. Deja que Dios te de la paz de lo uno como lo otro.

“Y la paz de Dios, que sobre pasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:7 (RVR60)

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