¿Cómo iniciar noviazgo? Parte # 4 última



Proverbios 29:20 ¿Ves a un hombre precipitado en sus palabras? Más esperanza hay para el necio que para él.

4- Cuidado con hacer saber tu vida íntima.

Hacer noviazgos sin conocer bien a una persona es un error de magnitud, primero se debe fundamentar una amistad lo más larga posible y luego viene el noviazgo o sea poner los caballos por delante de la carreta para que esto funcione.

Se debe ser cuidadoso y selectivo con quien se compartirá información en este proceso, porque en el afán de conocer la vida de alguien muchos pueden comenzar a intercambiar sus datos personales y fotografías por el chat o en forma personal, lo cual es normal pero, en muchos casos algunos no miden los límites y terminan contando lo que no deben. 
Algunos compartieron intimidades y confiaron en personas que se aprovecharon usando ese conocimiento para hacer daño. Tal es el caso de nuestra amiga Celina.

Celina una joven alegre y sincera cometió ese error. Confió en su reciente amigo Marvin y le dijo a través de mensajes de texto que había tenido relaciones sexuales con su anterior novio. Marvin aludió que si Daniela llegaba a ser su novia podría tener la misma oportunidad. Por ello pronto le propuso noviazgo y ella emocionada acepto, pero, cuando Marvin obtuvo lo que quiso, se fue. Sumando a la vida de Celina un fracaso más y otra desilusión. Celina encontró elementos que no deseaba sumando mentiras y otros que hicieron falta en su noviazgo, apartándola de Dios y de su iglesia. Hoy Celina vive arrepentida de haberse precipitado confiando en quién no merecía su confianza y tiene temor de ser lastimada otra vez. La verdadera confianza no nace de un compromiso, sino que viene directamente de una amistad genuina, esta se te otorga a quien no la pida, debe ganarse administrando pequeños secretos. 


La confianza tarda tiempo y necesita paciencia para fabricarse. No compartas información con quien no la comparta y no sea sincero también. Si no tienes tema de conversación mejor calla y espera, porque mejor es el silencio, que lamentarte de tus propias palabras. Mejor pide a Dios que te guíe en tus palabras para hablar con sabiduría y seleccionar lo que puedes decir.  

"Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea presto para oír, tardo para hablar,..." Santiago 1:19

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